Queridos, amados y muy voluntariosos compas de fatigas, me
dirijo a vosotros con la confianza que da nuestra estrecha relación, para
haceros notar un hecho que me tiene perplejo, porque parece que soy el único
que se ha dado cuenta. Y no es sea yo el más listo de la cuadrilla, al
contrario, por eso me sorprende más.
El caso es que últimamente miró mi viejo y obsoleto iphone 4
con temor, y la imaginación me hace querer ver cómo que tiembla, cómo que pide
socorro, que saca la bandera blanca de sincera rendición. Yo le digo que no,
que no puede ser, que es una maquina y que eso, la rendición, no entra entre
sus atribuciones mecánicas, pero el no lo entiende, y se enfurruña, y tiembla, y
el pobre se me queda pillado, y en un acto cariñoso le paso el dedo por el
canto mientras le reinicio y le prometo que hablare a tan selecto auditorio,
porque no solo me solidarizo con el, que lo hago, puedo prometer y prometo que además
yo mismo se considero un victima.
El caso es que he perdido uno de los tres pelos que, desde
hace tiempo, concienzudamente estaba cultivando en la parte más elevada de mi
calva. Tres pelos muy importantes para mi, y que me hacían estar un escalón por
encima de Filemón (de Mortadelo y tal) que solo tenía dos. Ese pelo extra, me
hacia además abrigar la esperanza de que, con el tiempo suficiente, pudiera
terminar en una hermosa trenza. Pero no, ya no será posible. Yo lo achaco al
estrés que sufro cada vez que miró mi quejoso iphone y veo que en la última
media hora me han entrado 300 mensajes. Y es que se da la circunstancia de que,
algunos, no terminan de cogerle el tranquillo a esa herramienta tan fantástica
que es el Telegram y su no menos fantástica evolución que son los Canales. Yo,
dentro de mi limitado raciocinio, entendía que los Canales son para transmitir
información y los grupos de chat son para charlar, cotillear, contar chistes y
en ocasiones para decir cosas importantes dentro de un debate interesante y
enriquecedor (no es habitual). Pues resulta que no, que no señor. La misma info
que llega a “Solo voluntarios#Uni”, llega a “(INFO)Voluntariado” y al canal
“Difusión voluntarios Podemos”. Si a eso hay que añadir que por delante o por
detrás, normalmente por delante, va Echenique con su Canal, resulta que la
misma noticia la recibimos cuatro veces en cuestión de pocos segundos. Gracias
a dios Errejon no es muy prolífico con su Canal. Pero si además algunos tenemos
la desgracia de que te metan también en algo que pulula por Coslada que se
llama “Difusión Podemos Coslada San Fernando que Henares”, y que imita todo lo
que se publica en los anteriormente mencionados, pues son ¡CINCO VECES!, las
que recibo la misma noticia. Es cómo si fuera la misma mano la que esta detrás
de todos esto, es sorprendente porque si lo es, no imaginaba yo que alguien fuera
capaz de moverse con semejante rapidez: las notificaciones de las distintas
mismas noticias, suenan a veces cómo una ametralladora. No me extraña que mi
martirizado iphone se queje, y hay veces que le tengo que enchufar dos veces al
día para renimarle.
Yo imploro fervorosamente a los administradores que, cada
vez que el innombrable (no nombro al autor para que luego no diga que me meto
con el y le entre el síndrome de Calimero) se acerque al teclado de iphone,
tablet, ordenador (portátil o de sobremesa) o similar, le den una palmetada en
la mano cómo a los crios pequeños, y le digan: “eso no se hace”. Al menos hasta
que entienda que es lo que va por un chat y que es lo que va por un Canal. Si
va lo mismo por los dos ¿para que queremos canales?
Seguro que mi querido iphone se lo agradece y yo también.