Por qué el
socialista Bernie Sanders despierta tantas pasiones entre los jóvenes de EE.UU.
Jaime
González BBC Mundo, Los Ángeles, @bbc_gonzalez
¿Puede un autodenominado socialista de 73 años, voz ronca y aspecto
desaliñado, al que le gusta despotricar contra la clase dirigente -en
particular contra los bancos y las grandes corporaciones- convertirse en el
próximo presidente de Estados Unidos?
Si uno atiende a las miles de personas que en los últimos meses han
llenado pabellones deportivos en ciudades de todo el país para oír hablar y
vitorear al senador de Vermont Bernie Sanders, la respuesta parece ser que sí.
Aunque si se tiene en cuenta que Sanders es todavía un desconocido
para una mayoría de los votantes y que en EE.UU. para muchos nombrar la palabra
"socialista" prácticamente equivale a invocar al diablo, la respuesta
parece ser que no.
Si a ello se le suma que la rival a la que se enfrenta Sanders para
hacerse con la nominación demócrata de cara a las presidenciales de 2016 es la
todopoderosa Hillary Clinton, a la que algunos ya ven como la próxima inquilina
de la Casa Blanca, la conclusión es: imposible.
En cualquier caso, se trata de un "imposible" que a medida
que pasan las semanas y aumenta la popularidad de Sanders -quien por primera
vez este miércoles aparece por delante de Clinton en una encuesta de intención
de voto de cara a las primarias de New Hampshire- se está transformando en un
"¿quizás?".
Al fin y al cabo, antes de la irrupción del senador Barack Obama, ¿quién pensaba que Clinton no iba a ser la
candidata demócrata en las presidenciales de 2008?
No hay duda de que a estas alturas la mayor parte de seguidores de
Sanders engrosan el electorado demócrata más a la izquierda del partido, que
muchos consideran minoritario.
Pero los responsables de la campaña Sanders -nacido en Brooklyn, Nueva
York, en 1941 en el seno de una familia de origen judío- están haciendo un uso
muy inteligente de la redes sociales, logrando que su mensaje esté llegando a
los votantes de a pie, como demuestra la gran cantidad de gente que está
acudiendo a sus mítines.
Lleno total
Hasta el momento, al mayor evento protagonizado por Hillary Clinton
asistieron unas 5.500 personas.
Mientras, Sanders logró
congregar tan sólo el pasado fin de semana a 15.000 personas en Seattle, en el
estado de Washington, y a más de 20.000 en Portland, en Oregón.
En julio tuvo un éxito similar en ciudades consideradas territorio
republicano, como Phoenix, en Arizona, y Dallas, en Texas, reuniendo a 11.000 y
8.000 personas
respectivamente.
Este lunes protagonizó otro lleno total en Los Ángeles, California,
donde más de 20.000 personas acudieron al pabellón Memorial a escuchar su
mensaje en contra de los multimillonarios y a favor de la clase trabajadora.
A Sanders se le acusa de carecer de atractivo entre los votantes
pertenecientes a minorías, aunque eso contrasta con la diversidad de la
multitud que le ovacionó en incontables ocasiones durante su discurso en la
ciudad californiana, y que estaba compuesta por gente de todas las razas y
edades.
Educación superior gratuita, sanidad pública
universal, lucha contra el cambio climático, reforma migratoria y del sistema
judicial, vacaciones y bajas de maternidad pagadas para los trabajadores, fin
de las contribuciones de las corporaciones a las campañas políticas, mayor
control de Wall Street y sus bancos, fin de las rebajas fiscales para los
ricos…
Sanders habla de todos estos temas en un tono populista y
desacomplejado, logrando conectar con un electorado cansado de los políticos,
tanto demócratas como republicanos, que anteponen los deseos de sus influyentes
donantes a los de los ciudadanos.
El senador de Vermont se ha comprometido a no
aceptar para su campaña ni un solo dólar de las grandes corporaciones y hasta el momento ha conseguido recaudar más de
US$15 millones gracias a las pequeñas donaciones de 200.000 de sus seguidores.
Cambiar el sistema
"Estoy aquí para mostrar mi apoyo a Bernie porque creo que en
este país hay muchas cosas que tienen que cambiar. Hay que reconstruir la clase
media y él me ha devuelto la esperanza de que eso es posible", asegura
Edwina Aguayo, quien acudió al mitin de Los Ángeles acompañada de varios
amigos.
"Hasta hace unos meses ningún candidato se atrevía a hablar del
racismo que existe en este país, y Bernie pone el énfasis en la necesidad de
que estemos unidos, sin importar nuestra raza", apunta la joven.
Daniel, un estudiante de ciencias políticas de 18 años asegura que
apoya a Sanders -porque como él- cree que "la universidad debe ser
gratuita".
"Además, el hecho de que no sea un político como los demás y que
apueste por cambiar el sistema me gusta", dice el joven originario del
condado californiano de Orange.
"También estoy de acuerdo con él en que la sanidad gratuita
debería ser un derecho de todos los estadounidenses y no sólo de unos
pocos".
Su amigo Jake, de 18 años y estudiante de relaciones internacionales,
asegura "que hay muchas cosas en las que no está de acuerdo con Sanders,
aunque le apoya "porque no es como el resto de políticos".
"No acepta dinero de las grandes corporaciones y se nota que le
preocupa la gente y no sus donantes".
Lo mismo opina Erik Martínez, un estudiante de secundaria de 17 años
que por primera vez podrá votar en las presidenciales de 2016 y que le dará su
apoyo al senador de Vermont porque este "quiere gobernar para la
gente".
"Habla de cosas con las que estoy de acuerdo, como no dar rebajas
fiscales a los millonarios o luchar contra el cambio climático. Creo que
Hillary Clinton es una republicana disfrazada de demócrata. Recibe demasiado
dinero de las grandes corporaciones", asegura Martínez.
"No hay que subestimarlo"
Según le dijo a BBC Mundo el director de comunicación la campaña de
Sanders, la gran cantidad de gente que se congregó en Los Ángeles para
escucharle "no fue una sorpresa" dado el éxito que habían tenido sus
mítines anteriores.
"Que tantos quieran escucharle hablar
demuestra que su mensaje está llegando a la gente de todo el país", aseguró Michael Briggs.
"Habla de asuntos que los grandes medios no tratan y sobre los
que a una mayoría de estadounidenses -ya sean republicanos, demócratas o
independientes- están de acuerdo. Cuanto más lo conocen, más les gusta".
Según Briggs, desde que inició su carrera política como alcalde de
Burlington, la mayor localidad del estado de Vermont, Sanders "ha sido
subestimado y eso es algo que ha demostrado no se debe hacer con él".
Viendo la energía desbordante que había este
lunes en su mitin de Los Ángeles, resulta sorprendente la poca atención que los
grandes medios están prestando a la campaña de Sanders, a quien a estas alturas pocos dan opciones de
vencer a Hillary Clinton en las primarias del Partido Demócrata.
Pero no hay que olvidar que en 1991 Sanders se convirtió en el primer
candidato independiente en ser elegido para el Congreso de EE.UU. en más de
cuatro décadas, gracias al apoyo ciudadano que recibió y que ahora está
tratando de replicar a nivel nacional haciendo un llamado a una "revolución ciudadana".
¿Imposible? No para las miles de personas que este lunes coreaban en
Los Ángeles en español "Sí se puede".