Lo que está pasando en España con
los “cayetanos” y los “borjamaris” no es exclusivo de nuestro país, aunque
tiene tintes particulares.
En Alemania por ejemplo, este
conglomerado civil está formado por neo nazis de Alternativa por Alemania (el
Vox alemán) o su flamante competidor Resistencia 2020 (seguidores de Trump ¿?).
También hay conspiranoicos de todo tipo y pelaje, anti vacunas, extremistas de
izquierdas e incluso un cocinero vegano. Y además los que afirman que el
Covid-19 es creación del magnate de Microsoft Bill Gates. En Alemania, a toda
esta chusma se les llama “covidiotas”.
Aquí La extrema derecha y la
derecha fascista española, están monopolizando el descontento de cierto sector
de la población, gracias al gran despliegue de fake news de que son capaces.
Mientras que en otros países se produce una verdadera amalgama de movimientos
de todo tipo cómo ya hemos visto, en España se aglutina en gente nostálgica de
un régimen fascista que la mayoría de ellos no ha conocido y que además ni se
molestan en informarse sobre el particular. Gente que desprecia las medidas de
seguridad colectivas para luchar contra la pandemia y que pretenden dividir a
la sociedad entre los que ellos llaman sumisos y rebeldes. Por supuesto los
sumisos somos los que aceptamos las normas y leyes democráticas y los rebeldes
son los que monopolizando la bandera de todos y sacando pecho patriótico,
reniegan de esas leyes porque no van con ellos. Son esos admirados patriotas
que sacan su dinero de España y se van a paraísos fiscales. Esos que recortan
en sanidad porque ellos tienen sus seguros médicos. ¿Cómo es posible que un
gobierno pretenda decirles lo que tienen que hacer? ¿Usted, con quien se cree
que está hablando?
Luego esta toda esa gente que son
incapaces de ser mínimamente racionales y que solo se informa mediante las fake
que se reenvían por whassap, Facebook o Twister. Gente que incomprensiblemente
necesita que algún líder de medio pelo les señale el camino cómo el dedo de
Colon. Todo ese grupo de asalariados, muchos de ellos precarios, de parados y
subcontratados. Esos que luego culpan de sus males a las mujeres, a la Unión
Europea o al gobierno y no van a votar porque dicen que así no les engañan, o
votan y lo hacen por quien les roban o los que pretenden imponer un régimen de
ordeno y mando. Esos que luego van a la sanidad publica para que les curen sus
dolencias. Esos insolidarios cacelorelos que salen a las calles o a las
ventanas, no ya del barrio de Salamanca, sino del zonas residenciales de Madrid
y sus alrededores. Y lo hacen gritando: ¡libertad, libertad, libertad!
Esta mañana en Madrid se ha
producido un hecho insólito, pero esperado. El TSJM ha autorizado una
manifestación de coches convocada por Vox. Según el criterio del tribunal
porque cómo iban en coche se mantenía la distancia de seguridad. Los
convocantes han provocado un atasco descomunal en el centro de Madrid y se ha
producido una gran aglomeración de gente sin coche y algunas banderas preconstitucionales. Ahora la pregunta que me
asalta es: ¿El TSJM va a hacer algo al respecto?
Supongo que no.