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martes, 30 de septiembre de 2014

PODEMOS: "Renta Básica Universal". Un intento para aclarar el tema.


Podemos empieza a desvelar su programa: la "Renta Básica Universal" costaría 145.000 millones extra al año.



Publicado en VOZPÓPULI, 27-09-2014



La formación de Pablo Iglesias ha comenzado a dar pinceladas de la que es una de las medidas estrella de su programa: una renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos que, sobre el papel, llevaría a duplicar los impuestos y a un gasto público de más del 60% del PIB. 

"Derecho a una renta básica para todos y cada uno de los ciudadanos por el mero hecho de serlo y, como mínimo, del valor correspondiente al umbral de la pobreza con el fin de posibilitar un nivel de vida digno. [...] Sustitución de las prestaciones sociales condicionadas menores a la cuantía de este ingreso básico. Financiación a través de una reforma progresiva del IRPF y de la lucha contra el fraude fiscal". Este es el enunciado de una de las medidas estrella del programa electoral de Podemos, que sin embargo no daba ningún detalle más sobre cómo lo conseguiría o de las formas de financiarlo. ¿Pero cómo se aplica esa renta universal básica? ¿Quiénes serían los beneficiarios de la renta básica? ¿Cuál sería el importe exacto por persona y año? ¿Qué prestaciones piensan eliminar y cuál sería el ahorro? ¿Cuál estiman que sería el coste neto exacto de la renta básica?", son las preguntas que formula un forero a Podemos. Según la respuesta que daba este martes Alberto Oliver, miembro de la formación, en uno de los círculos de debate de economía, aunque se está trabajando sobre ello "la medida costaría 145.000 millones al año". "De momento se trabaja sobre varias alternativas siendo los costes derivados (ahorros excluidos) del entorno de 250.000 millones de euros. Si bien claro está, el costo en pensiones disminuiría en más de 90.000 millones (actualmente se sitúa en 120.000) y descontando unos 15.000 millones adicionales de desempleo (el coste actual es de 27.000)", escribe. 

"Con estas cifras en la mano -continúa Oliver- habría que financiar aproximadamente unos 145.000 millones de euros adicionales para una renta básica de 1.000 euros a menores de 18, 6.000 euros a personas en edad laboral y 8.000 euros a jubilados (quedarían para completar las pensiones actuales unos 30.000 millones adicionales que no hemos descontado a propósito)", añade, señalando a renglón seguido que la manera de financiar la renta básica universal está aún pendiente de cuantificar. 

El partido pretende así ir dando pinceladas sobre sus propuestas, aunque sí dejan claro que aún falta mucho estudio teórico, mucha valoración conjunta y que para ello incluso lanzarán una encuesta en las próximas semanas. 

En el mismo círculo de economía son varios los usuarios que critican los cálculos de Podemos, aludiendo a que forzarán a duplicar la presión fiscal o que elevarán el gasto público del 45% del PIB actual a cerca del 60%. La formación no tiene claro aún cómo financiará esos 145.000 millones adicionales, teniendo en cuenta que la política de subida de impuestos del Gobierno actual sitúa la recaudación en un 38% del PIB y que aún así no se cubre el gasto del Estado -el déficit público está en el 7%-. 

Desconfianza entre los expertos

Precisamente debido a la ambigüedad de las medidas propuestas, que en muchos casos no llegan a concretarse, son muchos quienes plantean preguntas que en el círculo se contestan con un "estamos trabajando en ello". Los miembros de Podemos explican que en cuanto les sea posible sacarán un informe con las principales conclusiones sobre la renta básica, aunque desconocen los efectos sobra la inflación de la misma, si incentivará al desempleo o si afectará a un posible aumento del salario.

Sobre estas cuestiones ya alertaba el economista Juan Ramón Rallo en Vozpópuli el pasado mes de mayo, donde explicaba que la medida que proponía Podemos era "infinanciable y egoísta". Según sus cálculos, el coste neto de la renta básica universal oscilaría entre el 20% (si sólo se reconociera a nacionales) y el 25% (si se reconociera a todos los residentes legales) del PIB. "Una suma absolutamente infinanciable en los términos en que plantea Podemos: a saber, no como una alternativa al Estado de Bienestar sino como un complemento. Si actualmente el gasto público asciende al 44% del PIB, habría que elevarlo al 65%-70%, lo que equivaldría prácticamente a duplicar la presión fiscal que ahora mismo padecemos. Distinto sería el caso de que, a cambio de recibir la RBU, se privatizaran totalmente la sanidad y la educación públicas: en tal caso, el tamaño del Estado sólo aumentaría hasta el 52-56% del PIB, un porcentaje muy alto pero no imposible. Claro que no parece que Podemos y muchos defensores de la RBU estén por la labor de privatizar totalmente la sanidad, la educación y las pensiones a cambio de proporcionar a cada persona una renta anual de 8.114 euros", explicaba. 

De momento, toca esperar a la presentación de esas mencionadas conclusiones tras los estudios teóricos que está realizando la formación para saber si su propuesta es viable o por el contrario resulta inaplicable. 



                                                                      * * * * *



Hasta aquí, el articulo de Vozpópuli. Para completar este post voy a añadir parte del argumentarlo económico del círculo de economía de PODEMOS, en un intento de aclarar en lo posible este follón.



¿De dónde vais a sacar el dinero?



Una salida de la crisis a favor de la mayoría requiere una cantidad importante de recursos públicos, lo cual exige un esfuerzo que es posible realizar. Los recursos existen, se trata de orientarlos bien. Por ejemplo: el stock de viviendas vacías en manos de los bancos que han recibido dinero público, o del banco malo, son recursos de todos sin utilizar.



—Sólo con situarnos en el nivel de recaudación promedio de la zona euro contaríamos con más de 92.000 millones de euros anuales adicionales.

1. Según Eurostat (estadísticas oficiales de la UE) los ingresos fiscales del Estado español fueron en 2013 un 37,8% del PIB, mientras el promedio de la eurozona fue del 46,8%. Alcanzar ese promedio supondría 92.069 millones de euros calculando a partir de datos del INE para el PIB de 2013. Ojo: no es estimación de fraude. En el promedio de la UE también hay fraude (aunque menor que el nuestro), y nuestra distancia con ese promedio no es sólo por fraude, también por tipos más bajos, más desgravaciones, etc.

2.La equiparación fiscal con la UE mejoraría sustancialmente la situación financiera del Estado. —El déficit oficial en 2013 fue del 6,62% del PIB. En subsidios de desempleo se gastarán 26.994 millones de € según los Presupuestos Generales de 2014. Es más del triple de lo que se pagan de subsidios de desempleo (27.000 millones).

3. En 2013 no sólo no habría habido déficit, sino que hubiera habido un superávit de más de 28.000 millones.

—La forma prioritaria de obtener estos recursos es combatir el fraude fiscal: hacer cumplir la legislación fiscal vigente.

1. Según los Técnicos de Hacienda es técnicamente factible gracias a que el fraude está muy concentrado: el 72% lo cometen 3.000 grandes empresas y fortunas.

2. Con un objetivo prudente como es reducir el fraude fiscal a estándares europeos (supone reducirlo del casi el 25% del PIB al 15%), estimamos una recaudación extra automática de aproximadamente 34.400 millones anuales, —Según los cálculos de GESTHA se trataría de pasar de un fraude del 24,6% del PIB al 15%, lo cual supone que aflorarían unos 98.207 millones de €. Aplicando un tipo impositivo medio del 35% estimamos una recaudación adicional de 34.372 millones de euros.



Sólo con lo recaudado en un años nos habríamos podido ahorrar el “rescate” que pedimos a la UE (40.000 millones).

En realidad es posible reducir el fraude todavía más. Estamos en el país de la UE que menos recurso destina a luchar contra el fraude: dispone de un trabajador de Hacienda por cada 1.958 habitantes, frente a los 942 de Francia, 740 de Alemania y los 574 de Luxemburgo.

También eliminando atajos y trucos legales (elusión fiscal) que permiten a los más ricos pagar mucho menos de lo que les corresponde. Según la Constitución el sistema fiscal tiene que ser progresivo, pero gracias a estas ventajas es exactamente lo contrario: tributa proporcionalmente más quien menos tiene. Mientras que el tipo impositivo máximo del IRPF para las rentas del trabajo es del 45%, gran parte de las rentas del capital financiero tributan a un 21% y las grandes fortunas que tienen más de un millón de euros y suscriben una SICAV sólo tributan al 1% las que tributan al 21% según la última reforma fiscal son las eufemísticamente llamadas “rentas del ahorro”, que en realidad son, en su gran mayoría, rentas del capital.



Aunque el tipo máximo del Impuesto de Sociedades era del 30% las 3.000 mayores empresas tributaron al 3,5% en 2013. Discriminatorio respecto a PYMES. Si no tuvieran esas ventajas y tributaran al 30% habríamos recaudado 19.200 millones adicionales.

1. Es más del doble del coste que estimamos para el adelanto de la jubilación a los 60 años (8.700 millones de € anuales)

2. Es más del coste de una renta mínima para familias en situación de exclusión severa (11.100 millones de €)



Impacto económico de medidas concretas.



1.  1. Jubilación a los 60 años. (Calculamos las personas que pasarían a jubilarse con datos del INE para el primer trimestre de 2014, según los cuales hay 783.600 personas empleadas de 60 a 64 años y 174.400 personas desempleadas en esa misma franja de edad. Un total de 958.000 nuevos pensionistas. La pensión media de las altas en 2013 es exactamente de 18.094,58 euros/año, según datos de la Encuesta de Estructura salarial de la Seguridad Social. El ahorro en subsidios de desempleo lo estimamos teniendo en cuenta las personas que salen del paro, que el subsidio promedio es de 824,8 euros al mes y que el 56% de las personas paradas cobra subsidio. El pago de impuestos de las nuevas personas empleadas se estima con un gravamen promedio del 25% sobre la renta, que es muy conservador teniendo en cuenta que incluye impuestos directos e indirectos).



—Teniendo en cuenta que 958.000 personas pasarían a jubilarse de forma anticipada, y que la pensión promedio de los pensionistas dados de alta en 2013 fue de 18.095 euros anuales, estimamos un coste inicial de 17.335 millones de €.

A lo que hay que restar:

1. Ahorro en subsidios de desempleo: 4.343 millones de €.

2. Pago de impuestos de las nuevas personas empleadas: 4.334 millones de €. El coste total de la medida sería de 8.658 millones de € anuales.

—A cambio se generarían 783.600 nuevos empleos con la jornada laboral actual. Teniendo en cuenta una reducción de jornada a 35 horas semanales la creación de empleo sería de 895.500 puestos de trabajo. Y el coste todavía menor porque habría más retorno en ahorro de subsidios de desempleo y pago de impuestos.



2. Incremento “significativo” del salario mínimo



—Es prioritario incrementar la capacidad adquisitiva de la población con menor nivel de ingresos:

1. Recuperar su nivel de compra es esencial para reactivar el crecimiento y generar empleo.

2. Permitir que hagan frente a sus hipotecas es esencial para evitar quiebras y rescates adicionales al sector financiero.

—Hay margen para equilibrar rentas salariales y beneficio empresarial: desde el inicio de la crisis, según datos del INE, los beneficios avanzaron 5 puntos porcentuales sobre el PIB. Hay que revertir ese proceso.

—Según estudios de la OIT el salario mínimo es un instrumento eficaz para hacerlo.



3. Subida de la pensión mínima al nivel del salario mínimo. Estimamos con el salario mínimo de 645 euros mensuales y con datos de número de pensiones por debajo del salario mínimo y cuantía media de esas pensiones (para calcular lo que hay que financiar para llegar al salario mínimo) de la Seguridad Social para 2013.

1. Igualar al salario mínimo (actual) todas las pensiones contributivas que se encuentran por debajo tendría un coste estimado de 5.228 millones de euros anuales.

2. El coste de esta medida es muy reducido, más teniendo en cuenta su eficacia en términos de protección social y reactivación económica: incrementaría la capacidad adquisitiva de 3.260.000 personas (y consiguientemente familias).



4. 35 horas.

Los datos de jornadas laborales anuales los obtenemos del Groningen Growth and Development Centre. Para estimar los nuevos empleos que se podrían generar, usamos datos de la EPA para el primer trimestre de 2014.

—Experiencias internacionales avalan que acortar la jornada laboral es eficaz para generar empleo:

1. Francia: la reducción de la jornada laboral a 35 horas del gobierno de Jospin supuso la creación de más de un millón de empleos netos durante el periodo 2000-2002 (años de crisis y de nula creación de empleo para otras economías europeas).

2. Alemania: entre 1995 y 2013 la jornada laboral se ha reducido un 9%, pasando de 1.528 horas anuales por trabajador a 1.392, lo que ha permitido que el empleo creciese un 10% (las horas totales trabajadas el año se han mantenido constantes).



—En España hay margen para hacerlo: la jornada anual por trabajador en nuestra economía está 220 horas por encima del caso francés y 270 horas por encima de Alemania.



Si en España ajustáramos nuestra jornada laboral anual a la alemana estimamos que se podrían generar del orden de 3.270.000 nuevos empleos.



5. Renta básica a toda la población equivalente (como mínimo) al umbral de la pobreza.

Extrapolamos a partir de que el coste del programa vasco, que cubre a unas 68.000 hogares, es de aproximadamente 480 millones de euros al año. Según Foessa los hogares en situación de exclusión social severa son el 8,8%: 1.603.122 hogares calculando sobre datos del INE para 2013.

—Habría que definir el modelo de renta básica (ingresos, criterios, etc.), pero garantizar renta mínima a las familias en situación de exclusión severa es financieramente sostenible. Por ejemplo, aplicar en todo el país un sistema equivalente a la Renta de Garantía de Ingreso que funciona en el País Vasco (que garantiza una renta de 650 € mensuales apara una persona que viva sola, o 1.000 para una pareja con dos niños, además de una prestación complementaria para vivienda de 220 € en los casos necesarios), costaría 11.136 millones de € anuales.



6. Auditoría de las Deudas

No hay información completa sobre la naturaleza de algunos tipos de deuda. Necesitamos auditorías rigurosas realizadas por especialistas bajo control ciudadano, para cuantificar con exactitud cada tipo de deuda e imputársela a quien le corresponde.

Hay fundamento para sostener que la ciudadanía está pagando deudas que no le corresponden. Por ejemplo:

1. Deuda pública derivada de rescate bancario.

2. Deuda hipotecaria sobrevalorada por prácticas abusivas de los bancos.



7. Reestructuración con quitas según resultado de la auditoría

—Según el resultado de la auditoría habrá que reestructurar el pago de la deuda atendiendo a criterios de eficacia (que permita recuperar el crecimiento) y equidad (que la deuda la pague quien le corresponde).

—Hay que esperar a la auditoría, pero tenemos elementos para prever que:

1. No corresponde a la ciudadanía pagar por la deuda derivada de los rescates bancarios. No se trata de deuda pública, sino de deuda privada transferida. Pendientes de auditoría, una estimación conservadora: 150.000 millones de euros.

2. Tal y como recomienda el FMI en su Informe de 2012, —se trata del World Economic Outlook de abril de 2012, capítulo 3— y siguiendo las experiencias exitosas de Islandia en 2008 y EEUU en los años 30, habrá que hacer una quita de la parte de deuda sobrevalorada de las familias hipotecadas. Esa deuda también corresponde al sector bancario.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Podemos: una alternativa de gobierno tambien en lo economico


Alberto Montero Soler
Profesor de Economía Política de la Universidad de Málaga
Publicado en Publico.es, 06 sep 2014

Una vez agotada la carta mediática de que en Podemos confluyen todas las representaciones posibles, ya sean reales o imaginarias, del Mal (así, con mayúsculas), la ofensiva ha pasado a un plano mucho más interesante por cuanto entra, por fin, a discutir el contenido real del proyecto.
Creo que se trata de un plano mucho más interesante porque eso nos obliga no sólo a defenderlo sino también a irlo perfeccionando y mejorando con la perspectiva de que, de cara a las próximas elecciones generales, sea un proyecto de gobierno no sólo mucho más sólido sino también alternativo. Un proyecto que marque claramente la división entre las políticas que nos han traído hasta esta catástrofe social de aquellas otras que nos permitirán salir de la misma con mayores cuotas de igualdad, dignidad y bienestar para todas y todos.
El problema se presenta cuando quienes se han lanzado a cuestionar las medidas económicas propuestas por Podemos lo hacen tan burdamente como quienes antes lo convertían en la encarnación del Mal.
Un buen ejemplo de ello es el artículo de opinión publicado por El País el pasado 25 de agosto y titulado:  “¿Es Podemos una alternativa para la izquierda?” de Antonio Roldán Monés. En el mismo, el autor confronta algunas de las medidas contenidas en el programa para las europeas de Podemos con las que, a su parecer, debería aplicar un gobernante “responsable” y “de izquierdas”. Resalto ambos términos porque resulta curioso que califique de responsables políticas idénticas a las que los dos partidos mayoritarios que se han sucedido en el gobierno en las últimas legislaturas vienen aplicando con los resultados por todos conocidos. Y, sobre todo, porque califique de izquierdas a políticas que confrontan abiertamente con los principios y valores que la izquierda tradicionalmente ha asumido como propios.
A toda esta confusión se suma, además, que el autor parece no haber entendido que Podemos no es un proyecto de izquierdas sino una iniciativa ciudadana para construir democracia a través de la participación popular, para promover condiciones de vida digna para la población y para devolver la dignidad a un Estado podrido por la corrupción, el clientelismo y la subordinación del bienestar de la mayoría a los intereses de los grupos de poder económico y político. Podemos no es una alternativa para la izquierda, como titula Roldán, Podemos es una alternativa de gobierno para todas y todos y eso es, precisamente, lo que les asusta.
En cualquier caso, aún obviando que gran parte de las medidas del programa económico de Podemos que Roldán considera como irresponsables estaban planteadas para un entorno europeo y no exclusivamente estatal y que, por lo tanto, habrá que reformularlas, adaptarlas o suprimirlas cuando se elabore el programa para las próximas elecciones generales, los argumentos que expone para rebatirlas y las propuestas para enmendarlas son muy cuestionables. Veamos la razón para cada uno de los casos.
En primer lugar, el autor descontextualiza completamente la medida acerca de la prohibición de los despidos en las empresas con beneficios, al tiempo que muestra abiertamente su concepción mercantilista del trabajo. De entrada, porque la medida no tiene como destinatario esencial a las pequeñas empresas (que son las que utiliza el autor para explicar peregrinamente por qué sería contraproducente) sino a las estrategias de aquellas empresas medianas y grandes que utilizan los despidos para incrementar sus beneficios y repartir dividendos entre sus accionistas, generando así una redistribución injusta de la renta a favor de éstos y en contra de los asalariados.
Pero, además, esa propuesta trata de que los empresarios no asuman que el trabajo puede ser tratado como un coste variable más para la empresa -como las materias primas, por ejemplo-, sino que el trabajo en una sociedad asalariada es esencialmente una relación social y la única fuente de renta para la mayor parte de la población y, por lo tanto, debe ser protegido por el Estado (no ha sido otro, desde sus orígenes, el sentido del Derecho del Trabajo). En consecuencia, apostar por esta medida supone estimular mecanismos alternativos de adaptación a las condiciones de la demanda por parte de las empresas, como el reparto de trabajo o de rentas, que tan buenos resultados ha tenido en otros espacios mucho más competitivos económicamente como, por ejemplo, Alemania.
En todo caso, lo que desde luego no es una alternativa (mucho menos de izquierdas) es defender, como hace el autor, que para crear empleo lo mejor es abaratar su destrucción, obviando las consecuencias que las sucesivas reformas laborales han tenido sobre el empleo en España.
En segundo lugar, se acusa a Podemos de promover el impago de la deuda pública. Al respecto, el programa de Podemos plantea tan sólo el impago de la deuda pública considerada como ilegítima tras una auditoría ciudadana (sobre lo cual es cierto que podrían existir discrepancias que habría que dilucidar en el proceso); sin embargo, para la mayor parte de la deuda pública, lo que plantea Podemos es su reestructuración. Una medida que se plantea de la misma manera que lo hacen autores de esa izquierda responsable como, por ejemplo, José Carlos Díez quien, en su popular libro “Hay vida después de la crisis”, afirma (pp. 147-8): “[Deudores y acreedores] son las dos caras de una misma moneda y están condenados a entenderse. Los deudores son responsables por sobreendeudarse y los acreedores por financiarles cuando las dinámicas son insostenibles. Sin embargo, ambos se culpan mutuamente de la crisis. Existen incentivos perversos tanto para los acreedores como para los deudores que les llevan a no cooperar. (…). La historia nos enseña que los deudores son honorables si los acreedores son razonables. (…) Ninguna economía puede adaptarse a cambios tan bruscos, y si los acreedores no son razonables, el impago de la deuda es inevitable. Para no aceptar la realidad de la insostenibilidad de la deuda y la reestructuración, se apela al miedo y se crean escenarios apocalípticos”.
Ese mismo economista, poco sospechoso de radical y crecientemente vinculado al PSOE, reconocía en un articulo reciente que España ya ha entrado en zona de peligro en términos de sostenibilidad de la deuda pública tras superar ésta el umbral del 100% del PIB.
Evidentemente, la reestructuración sería más llevadera socialmente si viniera acompañada de la solidaridad europea –especialmente, de la de los acreedores- pero, como hemos visto en el caso griego, ésta parece estar ausente en sus planes de ajuste. Así que, a mi modo de ver, sería mejor impulsar un proceso de reestructuración desde nuestra condición deudora que esperar uno impuesto por los acreedores. Cuanto más tardemos en reconocerlo mayor será el sufrimiento social y menor nuestra capacidad negociadora. Por lo tanto, ¿a qué estamos esperando?
En tercer lugar, el autor demuestra una cierta confusión en materia de pensiones: tras pronosticar la insostenibilidad de la reforma del sistema de pensiones pasa a plantear propuestas relacionadas con la política fiscal ignorando que las pensiones contributivas se financian vía Seguridad Social y que da igual lo que se haga en materia de fraude fiscal para garantizar la sostenibilidad de las pensiones contributivas.
Podemos cree que frente a esa propuesta es necesario repensar el sistema de pensiones en su conjunto y someter a discusión si este derecho social no debería atenderse desde los Presupuestos Generales del Estado, es decir, convertirlo en un derecho de ciudadanía en lugar de en un derecho de naturaleza contributiva. Esto permitiría romper definitivamente con los análisis actuariales, que ponen el acento en los flujos de gastos e ingresos y apuntan desde hace décadas a la insostenibilidad del sistema, y favorecería la toma de decisiones, al igual que ocurre en el caso de la sanidad o la casa real, en función de una decisión política acerca de cuántos recursos nos queremos gastar los ciudadanos en pensiones públicas. Si nadie habla de la insostenibilidad del ejército o de la casa real, ¿por qué tenemos que tolerar entonces una ofensiva de esa naturaleza sobre las pensiones públicas?
En cuarto lugar, la reducción de la jornada laboral a las 35 horas semanales que plantea Podemos es consustancial a la evolución de las jornadas laborales de nuestro entorno: la española es superior en unas 220 horas a la francesa y en unas 270 a la alemana. Y no debemos olvidar que en Francia, esta medida aplicada por Jospin permitió crear más de un millón de empleos netos entre 2000 y 2002. Igual también es conveniente compararnos y asimilarnos a nuestros socios europeos cuando de beneficios para los trabajadores se trata.
Finalmente, sorprende que el autor hable de la toma del control político del BCE como si esa fuera una medida radical e irresponsable y que desembocaría en un escenario apocalíptico de hiperinflación. Parece ignorar que, a través de su política de flexibilización cuantitativa, la Reserva Federal estadounidense ha inyectado cientos de miles de millones de dólares en la economía y los “únicos” efectos que han tenido sobre la misma han sido la recuperación de los niveles de producto y empleo a los anteriores a la crisis sin provocar ningún efecto sobre la inflación. Ignora, además, que un partido de izquierda responsable, como el PSOE, recogió como primera medida de su reciente “Nuevo Pacto europeo por la competitividad, el trabajo y la cohesión social” que el pleno empleo y la estabilidad de precios debía ser el doble objetivo del BCE. Junto a eso, lo que Podemos está pidiendo en materia de política monetaria es consecuente con lo que pide para el resto de ámbitos económicos, políticos y sociales: mayor democracia y transparencia.
Así que sí, Podemos también es una alternativa de gobierno económico. Y, si no, al tiempo.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Los nuevos socialistOs y “La Yenca”.



 

El PSOE se parece mucho a «La yenka», ese popular baile que en 1.965 popularizaron el dúo holandés «Johnny and Charley» y que al menos en España causo furor: « izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, atrás, un dos tres, tra laralara, tra laralara ». Pero lo más interesante es lo que viene antes de este estribillo: «Vengan chicos vengan chicas a bailar; todo el mundo viene ahora sin PENSAR» Exactamente, sin pensar. Estos todavía no se han dado cuenta de que las cosas están cambiando, (por lo menos eso quiero creer, necesito creer) y que la cosa no se soluciona con un cambio de cara. El nuevo líder nacional, Pedro Sánchez, se descamisa, se echa la mochila al hombro, y asiste a reuniones vecinales con su mejor sonrisa. Mientras, suelta a su jefe de campaña y flamante miembro del Comité Federal, el diputado regional José Cepeda, para que se pasee por las televisiones dando dentelladas cada vez que ve a alguien de PODEMOS: no deja hablar interrumpiendo constantemente los argumentos del contrario, miente e insulta, mientras con su cínica sonrisa repite constantemente las palabras clave: «nuevo partido socialista». Una estrategia parecida a la de los populares: a base de repetir una mentira, termina pareciendo una verdad. Lo malo es que ya son tantas mentiras que no cuela. Son muchos años de alternancia en el poder, de puertas giratorias, de contratos públicos inflados hasta la desmesura, de un saqueo descarado, concienzudo y sistemático de las arcas del estado, por parte de los unos y de los otros. Por eso casi no se distinguen las siglas de ambos partidos: PPSOE.
No podemos fiarnos y hay que estar alerta, no vaya a ser cómo decía Lampedusa en ­«el Gato pardo»: «hay que cambiarlo todo, para que todo siga igual».

Calvito.





martes, 23 de septiembre de 2014

El juicio de Alfon aplazado, continúa el montaje.



Publicado Shangay Lily en Publico.es el 23–09–2.014

El jueves 18 de noviembre se había establecido como la fecha del juicio de Alfon o, visto desde otra perspectiva, la gran función teatral que el régimen lleva años preparando para criminalizar y castigar a un joven de veintipocos años por atreverse a tener consciencia social, conocimiento de la lucha de clases y solidaridad. La farsa no tenía lugar en ninguna sala de teatro con posibilidades de ser convertida en centro comercial en el futuro, como habría sido lógico, sino en la Audiencia Provincial de Madrid, casualmente sita en el combativo Barrio del Pilar. Como amante del teatro, acudí a la cita y quiero hacer una reseña de esta función que la compañía Aparato Represor del Régimen en Descomposición ha preparado con cierta torpeza pero con gran entusiasmo, empeño y apoyo financiero, gubernamental y mediático. Por supuesto, como toda compañía capitalista explotadora, hay que aclarar que parte de los actores estaban en la función a la fuerza y a sabiendas de que era un mal montaje.

La cita era a las 10 de la mañana, pero me habían avisado que estuviese a las 9.30 para poder organizar y garantizar la entrada en la sala ya que había una gran expectación y se permitía un número limitado de público. A esa hora hacía hasta frío por primera vez desde el verano, pero a la entrada del moderno edificio ya había un numeroso despliegue policial que parecía vigilar a una peligrosa célula de Al-Qaeda recién despierta, pero no miraban con determinación al reducido grupo de jóvenes vallekanos fielmente plantados en la acera de enfrente.

Subí el laberíntico entramado de escaleras y nada más llegar a la puerta de acceso reconocí a la abuela de Alfon. Como siempre me saludó cariñosa con dos besos, pero al separar mis mejillas de las suyas sentí que estaban húmedas. Entonces me di cuenta de que ella estaba llorando copiosamente mientras sonreía y explicaba “Tengo un día más llorón. Y mira que yo no soy nada llorona, jamás lloro, pero hoy llevo todo el rato llorando por tonterías”. Las tonterías son que a su querido nieto, una buena persona, le llevan martirizando 2 años e intentan meterle en la cárcel otros cinco. En sus manos llevaba unas fotos de su otra hija, tía de Alfon, llena de cardenales, hematomas y heridas tras una brutal paliza que yo ya sabía que le había sido propinada por la policía (es el otro juicio que tiene Alfon, cuando un grupo de policías la arrastró entre unos coches para darle una paliza por responder a un golpe; aunque Alfon permaneció en el coche en todo momento), sin dejar de derramar lágrimas me aclaró: “Pienso ponerlas delante de las cámaras y la prensa cada vez que intenten fotografiar a los jóvenes para evitar que les saquen y luego la policía y los neonazis les agredan”. Esta abuela es una madre coraje de la juventud represaliada de Vallecas, como su hija Elena, madre de Alfon.

Hablando de Elena, le pregunté por ella y me dijo que ya estaba dentro, así que decidí entrar para facilitar la organización del público. Tras pasar por una cinta todo lo que llevásemos encima, dar el DNI y capear la agresividad del personal de seguridad, llegué a la entrada a la sala 0, la principal, en la que iba a tener lugar el juicio. Y allí estaba, resuelta y acogedora como siempre, Elena Ortega, una mujer excepcional que lleva años dándonos lecciones de activismo, coherencia, dignidad y solidaridad trabajadora. Uno nunca deja de maravillarse de la naturalidad con la que esta máquina de enfrentar represión lleva su admirable fuerza. Nada más verme me da un fuerte abrazo y empieza a contarme las intendencias del día. Lleva haciendo esto muchos años y no se da lugar a la autoindulgencia. Sólo así se puede entender que de la nada y con un constante boicot y persecución policial y estatal haya levantado todo un dispositivo de apoyo a las y los represaliados, principalmente en Vallekas, pero en todo el estado.

“Que hartita me tienen algunos de la prensa”, me espeta entre la vorágine organizativa que intenta mantener, “menos mal que tú no eres periodista, tú eres activista o ‘artivista’, porque esta mañana me tienen frita. ¡Pues no va uno y me llama a primera hora para preguntarme que si mi hijo iba a llegar aquí en furgón policial escoltado! Mira, me he tenido que contener…”. Yo le ofrezco un irónico “tenías que haberle contestado ‘no, llega en helicóptero’ a ver si se sube al tejado”. Ella se ríe de buena gana, “pues no se me ha ocurrido, es que me ha dado tanta rabia. ¿Quién se cree que es mi hijo? Pero lo mejor es que luego va y me pregunta que quién va a estar en el público y que le dé los nombres. Yo le he dicho, conteniéndome, pues no lo sé. Pues sigue preguntando que si va a estar Willy Toledo y que cómo y a qué hora llega… ‘Pues no tengo ni idea de lo que hace o deja de hacer Willy’ le he contestado”. Elena está cansada, extenuada diría yo. Me lo comentaba ayer cuando hasta elegir la ropa que ponerse para el juicio le suponía un esfuerzo monumental. “Estoy muy cansada, la verdad. Pero hay que seguir”, explicaba con ese entusiasmo que siempre mantiene. “Por más que intenten convertir a mi hijo en el monstruo que no es hay que mantener la lucha por muy agotadora que sea”, añade segundos antes de atender al corro de amigos y periodistas que se amontona a su alrededor.

Hablando del “monstruo” me doy cuenta de que Alfon está tímidamente plantado al fondo. Me vuelve a sorprender lo joven, sereno y hasta delicado que es. Contrasta tanto con las mentiras que el régimen y sus medios intentan construir sobre este joven. Enfrente me doy cuenta de que su novia llora discretamente mientras él intenta consolarla. Me acerco y recibo un par de efusivos besos que dicen mucho y muy bueno de este joven del que algunos intentarían suponer una homofobia o reticencia a las divergencias de la que no sólo carece sino que combate, rápidamente ha asumido mi costumbre de besar a los hombres como un desafío al heteropatriarcado. Me conmueve su naturalidad e iniciativa. Pero lo verdaderamente admirable es que no solo está tranquilo, sino que su preocupación principal es consolar y animar a todos los que estamos alrededor. “No estoy nervioso, en realidad estoy deseando que esto acabe y pueda seguir con mi vida”, me aclara ante la reiterada pregunta sobre su estado anímico.

Su hermana se añade con el entusiasmo y fuerza que le caracteriza. Delante de su hermano siempre está alegre, pero me consta que está sufriendo mucho con este calvario que le están haciendo pasar a Alfon sin pruebas ni razón, adora a su hermano. Paz ha aprendido a cuidar sus reacciones por miedo a perjudicar a su hermano, pero era una joven impulsiva y vital antes de todo esto. Una joven como las de su generación en Vallekas, el barrio más represaliado pero también más lleno de vida y lucha.

Durante unos segundos me pregunto si Cifuentes y su policía serán conscientes en algún momento del martirio, el daño, el dolor y sufrimiento, al que están sometiendo a esta familia a sabiendas, porque lo saben, de que Alfon es inocente y simplemente está siendo utilizado para “escarmentar” y asustar a los jóvenes contestatarios que se atrevan a denunciar su saqueo y opresión del pueblo. No, Cifuentes es una reina del cinismo y la disociación (ver sus terribles actos como algo ajeno, “cumpliendo órdenes y haciendo lo que hay que hacer” seguramente se justifique). Sólo así ha podido llegar hasta donde ha llegado. Pero estos son seres humanos reales, con sentimientos y lágrimas reales. Personas a las que se está torturando sibilinamente, deshumanizándolas sólo porque son “el enemigo” (cualquier persona decente, honesta y valiente es el enemigo de esta pandilla de corruptos).

Me daría tiempo a pensar muchas cosas en la espera, porque nos tienen ahí más de una hora y media. El retraso es escandaloso, pero parece ser prerrogativa de los lacayos del poder. Finalmente, tras soportar un calor e incomodidad enormes, nos indican que podemos pasar. Eso sí, antes nos gritan que debemos apagar el móvil, no silenciarlo, apagarlo completamente, aclaran. Si se pilla algún móvil encendido seremos todos expulsados de la sala.

Entramos y nos encontramos a Alfon ya sentado frente a cuatro magistrados (dos hombres y dos mujeres) que están en el centro de una enorme “u”. A su izquierda (nuestra derecha, curiosa alegoría) el fiscal, y a su derecha (nuestra izquierda, tan fidedigna la analogía) Erlantz, el abogado de Alfon. Tras habernos acomodado, empieza el juicio con Erlantz y… ¡no se escucha absolutamente nada! Pero cuando digo nada es nada, cero. El bedel hace gestos de que no puede solucionarlo y finalmente pasa del tema. Yo tengo sospechas de que es intencionado el que no podamos escuchar claramente el proceso.

Esforzándome mucho consigo medio entender que Erlantz está cuestionando unas pruebas de última hora que han aparecido una semana antes del juicio por sorpresa en las que, de repente, se afirma que en la mochila que intentan endosar a Alfon sin huellas digitales ni pruebas había gasolina, y preguntando quién las pidió y por qué. El fiscal en lugar de contestar enumera los modos procedimentales en los que se puede pedir una prueba pero sin aclarar quién ha movido esa prueba sorpresa dos años después y de la que nunca se dijo nada. La magistrada, que ni se esfuerza en acercarse al micro que la persona a su derecha insiste en acercarle y ella en ignorar y está en su película muda, parece dar por válida la explicación.

Es entonces cuando el fiscal, se levanta, dice algo, se quita la chaqueta descubriendo una camisa colgando por la espalda y le acerca algo a la juez. Entonces nos enteramos de que sus testigos principales, tres policías, no han comparecido porque casualmente “están de vacaciones” y que pide que se posponga la vista hasta que “vuelvan” de sus vacaciones (prueba tú a no comparecer y verás la multa que te encuentras a más de aparecer a la fuerza escoltado por dos policías). No damos crédito, ¿cómo es posible que el fiscal no sepa que sus testigos principales, la única acusación y “prueba” de que Alfon llevaba la mochila (sin huellas digitales suyas) no sepa que en la fecha están de permiso? Erlantz, por supuesto, pide que se prosiga con el juicio, pero la magistrada parece ser especialmente benigna con el fiscal y acepta cambiar la fecha. Encima, se pide que se negocie la vista para que el fiscal pueda estar presente. Es sintomático que el fiscal tenga tanto interés en ser él el que acuse a Alfon, como me aclararía después una persona a la salida “es perro de presa, va a por Alfon, sino no tendría tanto interés en ser sólo él el que lleve este caso, dejaría que el fiscal que tocase ese día lo hiciese”. Se reúnen con la magistrada, fiscal y abogado, y determinan que la fecha sea el 6 de noviembre según nos anuncian. Inmediatamente nos piden que abandonemos ordenadamente la sala.

Hay que aclarar que mucho después nos enteramos de que, tras una larga y pesada reunión en el despacho de la magistrada, han vuelto a cambiar la fecha a instancias del fiscal que de repente se ha dado cuenta de que no podía el día 6 pasándola al 25 de noviembre. Toda esta “amabilidad” de la jueza hacia el fiscal sólo indica que hay un especial interés en que sea él quien mantenga la disparatada acusación sin pruebas o testigos ausentes.

Sobre el tema de los policías “de vacaciones”, una vez fuera un conocedor de la policía con contactos dentro me aclara lo ocurrido: “el problema es que ningún policía se quiere comer el marrón de las acusaciones inventadas porque saben que como se demuestre, algo bien fácil, que es falso lo que están diciendo, los que se comen las consecuencias legales son los policías que han declarado en falso, personalmente, uno a uno. Por eso sé que se están negando a presentarse como acusación porque saben que es mentira lo que están diciendo haber visto. Ya están hartos de ser los mártires de sus jefes, como se vio el 22M, cuando acabaron protestando frente a la comisaría de Moratalaz denunciando que sus jefes les habían hecho una encerrona para provocar víctimas. Pues en este caso no consiguen encontrar a policías que quieran mentir por orden de sus jefes (y Cifuentes indirectamente) para encarcelar a un inocente. Por eso el fiscal no sabía lo de las supuestas vacaciones, porque ha intentado hasta el último momento forzar a estos policías que han acudido a ese permiso para zafarse del marrón y el fiscal no lo ha sabido hasta el último minuto. Están obligando a los policías, cualquiera, a mentir y ya se han hartado”. Me quedo helado al comprender que esa es la única explicación a la ausencia de los testigos principales y que tengan sus vacaciones justo cuando tienen que testificar en este juicio que sólo se mantiene por la acusación de la policía.

La gran alegría de todo este paripé llega cuando salimos a la calle y nos encontramos a un enorme grupo de manifestantes con pancartas de “Alfon Libertad” que gritan el lema sin descanso. Yo me emociono hasta tal punto que me echo a llorar. ¡Qué orgullo ver la valentía y solidaridad de estos jóvenes y viejos que se han desplazado desde la otra punta de Madrid para animar a Alfon!

Aquí tenéis un video que grabé para testimoniar la emotiva salida de la Audiencia provincial y el apoyo masivo del que goza Alfon más la improvisada rueda de prensa que su abogado y Alfon concedieron a los medios (que jamás emitieron en las generalistas).

Sólo nos queda ver si el 25 de noviembre la fiscalía ha conseguido obligar a los policías a testificar o casualmente han sido destinados a Isla Perejil y no pueden acudir por “no disponer de lancha ni saber nadar”. Aunque creo que ya está todo bastante claro.

lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Quién plantó la semilla del diablo?


Copio en el blog este articulo de Carlos Sánchez, director adjunto de El Confidencia, porque en mi opinión es muy interesante y puede ayudar a aclarar un poco las cosas, aunque hay en el algunos puntos con los que podría discrepar.

¿Quién plantó la semilla del diablo?

El economista Jesús Fernández-Villaverde (inexplicablemente todavía fuera del Gobierno) rescataba hace unos días un prodigioso aforismo del filósofo danés Soren Kierkegaard, de quien Pío Baroja decía que era “un tipo muy poco explicable para un meridional”. El conocido aforismo hace referencia a lo que imaginariamente sucedió en un teatro tras declararse un incendio entre bastidores.
‘En ese momento’, decía Kierkegaard, ‘el payaso salió al proscenio para dar la noticia al público. Pero éste creyó que se trataba de un chiste y aplaudió con ganas. El payaso repitió la noticia a los espectadores, esta vez con mayor firmeza, pero los aplausos fueron todavía más jubilosos. Así creo yo’-sostenía el padre del existencialismo- ‘que perecerá el mundo: en medio del júbilo general de la gente respetable, que pensará que se trata de un chiste”. Baroja, con razón, sostenía que Kierkegaard era “un hombre tan triste como su apellido (cementerio)”.
Lo era. Pero lo que está fuera de toda duda es que el sabio danés acertaba cuando situaba en la incredulidad el origen de muchas catástrofes. O dicho desde otro ángulo: la ausencia de credibilidad de los protagonistas de la cosa pública (como le sucedía al payaso de Kierkegaard en medio del incendio) está detrás de una corriente de fondo (no es un movimiento coyuntural) que recorre Europa sin que, por el momento, nadie -o casi nadie- sea capaz de prever o, incluso, identificar el nacimiento de algunas catástrofes.
Hace cinco años apenas el 17% de los catalanes se declaraba a favor de la creación de un Estado, mientras que al comenzar el desafío soberanista, ese porcentaje se había duplicado. Hoy, alrededor del 45% de los votantes se inclinaría por la creación de un Estado catalán
Y el hecho de que el continente celebre con alborozo que Escocia haya dicho 'NO' a la independencia es probable que esconda una trágica realidad. Cuando se convocó el referéndum, hace apenas un año, el porcentaje de escoceses favorable a la secesión apenas representaba la tercera parte de los electores. Hoy, el dimitido Alex Salmond puede acreditar que casi el 45% está a favor de la independencia. Inimaginable hace muy poco tiempo.
Algo parecido sucede en Cataluña, donde hace cinco años apenas el 17% de los catalanes se declaraba a favor de la creación de un Estado, mientras que al comenzar el desafío soberanista ese porcentaje se había duplicado. Hoy, sin embargo, según el CIS catalán, nada menos que alrededor del 45% de los votantes -un porcentaje similar al de Escocia- se inclinaría por la creación de un Estado catalán. Por cierto, con una singularidad. El granero de votos del independentismo está ahora en la izquierda (PSC o IC) y no en la derecha, que ha girado del catalanismo al nacionalismo radical. Algo falla en la izquierda cuando cree que los problemas se solucionan con más nacionalismo.

El funcionamiento de la democracia.

Habrá, sin embargo, quien piense que detrás de este movimiento hacia la independencia lo que existe es un virus nacionalista; pero tanto en Escocia como en Cataluña lo que en realidad se ha inoculado es el sarampión del hartazgo político. Y lo que hace el nacionalismo (como el populismo) es canalizar el malestar que existe en amplias capas de la sociedad sobre el funcionamiento de la democracia.
Ese es el caldo de cultivo -parece una obviedad- en el que florece el nacionalismo. De hecho, es muy probable que si se pregunta a los ciudadanos que apoyan la independencia si se sienten nacionalistas –el 71% de los menores de 18 años votó ‘SÍ’ en Escocia’- es casi seguro que el porcentaje bajaría de forma relevante respecto de quienes votan la secesión.

Para encontrar una explicación racional al florecimiento del nacionalismo merece la pena rescatar el último informe de Global Democracy -una organización no gubernamental con sede en Viena- en el que a partir de una serie de variables se puntúa lo que en la jerga política se suele denominar ‘calidad de la democracia’. Y los resultados son elocuentes. España ocupa el puesto número 17 del mundo y Reino Unido, el 14. En ambos casos, con una cierta tendencia a la baja que ha sido especialmente visible en los últimos años, justamente los de la crisis y la recesión, en los que la desigualdad y el descrédito de la política no han hecho más que crecer.
Es evidente que medir la calidad de una democracia no es fácil. Pero al hacerse sobre una serie de indicadores homogéneos -los derechos políticos, las libertades civiles, las diferencias de género, la libertad de prensa, la corrupción, la estabilidad del Gobierno o el funcionamiento de los partidos políticos-, se puede llegar a conclusiones valiosas.
La más evidente es que los diez mejores países del mundo (salvo Nueva Zelanda) son los del centro y norte de Europa, donde los niveles de desigualdad son menores. Es decir, que hay una evidente relación entre cohesión social y económica -que no es incompatible con el crecimiento económico- y calidad de la democracia. Por lo tanto, parece evidente que detrás de los nuevos nacionalismos –muy diferentes a los de correaje que pulularon por Europa hace un siglo- se encuentra una determinada forma de hacer política que se olvida de los ciudadanos y de los problemas que antes solucionaba el Estado y ahora se marginan.
O dicho en palabras del economista Robert Skidelsky, cuando triunfa el “fundamentalismo del mercado” la gente se siente defraudada y se agarra a cualquier ideología, por muy nociva que sea. Es lo que sucede cuando no se cumplen las promesas del capitalismo liberal. El empleo y esas cosas.

Nombres y apellidos.

Tanto en el Reino Unido como en España, el fracaso tiene nombres y apellidos. El laborismo de Blair, que acabó por desacreditar las políticas de izquierda con el deterioro de los servicios públicos (ese es el espacio que ha ocupado Salmond en Escocia, donde históricamente había ganado el laborismo); el Tripartito catalán, que fue un auténtico naufragio que sólo sirvió para empobrecer a amplias capas de la población mediante políticas suicidas y construir un discurso hueco; la intransigente política económica diseñada desde Alemania para salvar sólo a los acreedores y no a los ciudadanos o, incluso, la irresponsabilidad de muchos políticos que en vez de conjurarse para apuntalar las instituciones -como el Tribunal Constitucional- llaman a la insumisión.
Los diez mejores países del mundo (salvo Nueva Zelanda) son los del centro y norte de Europa, donde los niveles de desigualdad son menores. Es decir, que hay una evidente relación entre cohesión social y económica -que no es incompatible con el crecimiento económico- y calidad de la democracia. Sin olvidar las políticas de Cameron, la burocracia de Bruselas (que ha alimentado fenómenos como el del UKIP en el Reino Unido) o, en el caso español, el demencial proceso estatutario en Cataluña, que propició -y eso fue lo más preocupante- una ruptura del consenso constitucional por la irresponsabilidad de Zapatero y Mas y el egoísmo de Rajoy para ganar votos negándose a ver lo que era evidente: que algo se movía en Cataluña.
Lo más tremendo, sin embargo, es que los gobiernos en vez de preguntarse por qué florece el nacionalismo, siguen regándolo con políticas equivocadas. Unos instando a la convocatoria de consultas populares sobre problemas que deberían resolver los políticos a partir de una democracia verdaderamente representativa, y otros poniéndose de perfil ante los evidentes cambios que se están produciendo en una sociedad inevitablemente dinámica y que reclama otra forma de hacer política, con menos corrupción y más atenta a los problemas sociales. En última instancia, una política que resuelva los problemas de la gente y no los cree favoreciendo a minorías privilegiadas.
Los nacionalismos, por lo tanto, no son la causa de los problemas, sino la consecuencia de malas decisiones. Y sólo la democracia -ahogando los adoctrinamientos- puede salir al rescate de la propia democracia. De lo contrario, es probable que el payaso de Kierkegaard deje de ser una metáfora.